" Independencia de México"
" Héroes de la Patria"
Miguel Hidalgo
Ignacio Allende

Juan Aldama
Juan Aldama González (San Miguel de Allende, Guanajuato, México, 3 de enero de 1764-Chihuahua, México, 26 de junio de 1811) fue un insurgente mexicano que participó en el proceso de Independencia de México.
Nació en San Miguel el Grande, actualmente San Miguel de Allende. Era hermano de Ignacio Aldama, así como tío de Mariano y Antonio, también insurgentes. Al comenzar la Guerra de Independencia de México, era capitán en el regimiento de caballería Milicias de la Reina y aunque residía en San Miguel el Grande, asistía a las juntas que los conjurados tenían en Querétaro.
Al descubrirse la conspiración, Aldama abandonó San Miguel para dirigirse a Dolores al encuentro de Miguel Hidalgo e Ignacio Allende con el propósito de informarles de lo que estaba sucediendo; así, al amanecer del día 16 de septiembre participó en el grito de insurrección.
En Celaya fue nombrado mariscal y con el grado de teniente coronel tomó parte en la Batalla del Monte de las Cruces. Con la victoria, y al igual que Ignacio Allende, creyó conveniente avanzar con sus tropas hacia la capital. Acompañó a Ignacio Allende en la Batalla de Guanajuato y participó en la Batalla del Puente de Calderón. Marchó junto con los otros insurgentes hacia el norte del país, proponiendo ir a Estados Unidos con el fin de enviar elementos de guerra.
Aldama permaneció junto a Allende durante toda la campaña hasta que fue hecho preso en Acatita de Baján junto a los demás insurgentes. Fue uno de los exceptuados por el indulto del virrey, que había puesto precio a su cabeza. Conducido a Chihuahua, fue juzgado y condenado a la pena capital, siendo fusilado en compañía de Allende, Mariano Jiménez y Manuel de Santa María.
Mariano Abasolo
Durante 1809, algunos novohispanos (entre ellos Abasolo) iniciaron otra conspiración en la ciudad de Valladolid (actualmente Morelia, en el estado de Michoacán), en la que participaban militares de alto rango, entre ellos José María García Obeso, José Mariano de Michelena, José María Abarca e Ignacio Allende, entre otros.
Esta conspiración continuó hasta diciembre del mismo año, cuando fue descubierta por el gobierno virreinal, el cual se dio a la tarea de aprehender a los principales colaboradores de estas reuniones, quedando los demás en libertad. Allende y Abasolo quedaron en libertad, por lo que siguieron conspirando, pero esta vez en Querétaro, en casa del corregidor Miguel Domínguez y de su esposa Josefa Ortiz de Domínguez. Abasolo había sido invitado a estas conspiraciones por Ignacio Allende, quien tenía cierta influencia sobre él. A esta segunda conspiración, Allende invitó a otros dos militares: Juan Aldama y Joaquín Arias. Este último terminaría por traicionar a sus compañeros informando a las autoridades acerca de estas reuniones secretas.

Josefa Ortíz de Domínguez
Sus padres fueron José Ortiz, capitán del regimiento de Los Morados, y Manuela Téllez-Girón y Calderón, de una antigua y noble familia española. Nació en Ciudad de México.4
Su padre fue torturado en su deber, cuando Josefa era apenas una niña y su madre murió poco tiempo después. De esta suerte, Josefa quedó a cargo de su hermana mayor, María Sotero Ortiz, quien apoyó a Josefa para ingresar al prestigioso Colegio de las Vizcaínas en la Ciudad de México. En cierta ocasión, el Colegio fue engalanado para recibir la visita de algunos funcionarios, entre ellos iba Miguel Domínguez, que se enamoró de ella y pidió permiso para visitar a la joven, se hicieron novios y el 23 de enero de 1791 se casaron en el Sagrario Metropolitano de la Ciudad de México. En 1802 Miguel Domínguez fue promovido por el virrey de Nueva España, Félix Berenguer de Marquina, al cargo de Corregidor de la ciudad de Santiago de Querétaro.
Doña Josefa, que era criolla, se identificaba con el abuso sufrido por dicha comunidad por parte de los gachupines, tal como llamaban a los españoles nacidos en la península. Los criollos eran considerados como ciudadanos de segunda clase por el régimen colonial, en virtud de haber nacido en la Nueva España (una colonia) y no en la metrópoli. Por ello, eran relegados a puestos de segundo nivel en la administración pública del virreinato. Este hecho creó un gran descontento con el paso de los años y los criollos comenzaron a organizarse en grupos literarios donde se difundían las ideas de la Ilustración, prohibidas por la Iglesia católica. Doña Josefa se integró en una de estas sociedades y convenció a su esposo tiempo después de integrarse también. Miguel Domínguez, esposo de Doña Josefa, cometería posteriormente varios errores estratégicos con respecto a la planificación de los conspiradores.
La llamada Casa de la Corregidoraen Querétaro, donde Josefa residía durante la conspiración. Actualmente es el Palacio de Gobierno del Estado.
Leona Vicario
María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador, más conocida como Leona Vicario (10 de abril de 1789– 21 de agosto de 1842), fue una de las figuras más destacadas de la Guerra de Independencia de México, durante la cual se dedicó a informar a los insurgentes de todos los movimientos que podían interesarles y que ocurrían en la capital del virreinato.
Perteneció al grupo de Los Guadalupes, y financió con su propia fortuna la insurgencia. Fue una de las primeras mujeres periodistas de México, se enfrentó a numerosos riesgos, por apoyar la causa independentista4 y contrajo matrimonio con Andrés Quintana Roo.
El Congreso de la Unión le concedió el título honorífico de Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria; su nombre está inscrito con letras de oro en el Muro de Honor del Palacio Legislativo de San Lázaro, sede de la Cámara de Diputados de su país.
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